El alcohol es una de
las drogas más consumidas en nuestra sociedad, muchas personas acompañan sus
actividades sociales con el alcohol y es aceptado como un acompañamiento
placentero de las relaciones y los encuentros sociales. Esta percepción del
alcohol ha contribuido a extender su consumo, no sólo entre los adultos, sino
también entre los jóvenes y los adolescentes, que se inician en edades muy
tempranas. (Rioja Salud)
El alcoholismo,
anteriormente era tomado con una irresponsabilidad de quienes socialmente
consumían alcohol, otros lo hacían con
la creencia de que elimina el estrés, o simplemente para mejorar sus relaciones
sociales, para otro grupo era un comportamiento inadaptado,
etc., sin embargo, en la actualidad el alcoholismo es definido como una
enfermedad muy compleja y de
gravísimas consecuencias, que se desarrolla a lo largo de años, los
primeros síntomas son muy tenues, la principal preocupación es sencillamente la disponibilidad de alcohol, por ello escoge
las amistades que facilitan su obtención, con el único fin de mejorar su estado
de ánimo, a medida de paso tiempo, se vuelve una dependencia emocional y a veces
orgánica, que produce un daño cerebral
progresivo, además permite el desarrollo de otras enfermedad en el cuerpo del
alcohólico y finalmente muere.
Además las repercusiones no solo son orgánicas en el enfermo, sino
también de tipo familiar, social, laboral y económico, por ello es importantísimo
conocer la realidad en torno al consumo del alcohol en adolescentes, para
planificar acciones de prevención, en la Unidad Educativa a la que
pertenecemos. (Carlos Schaffer, 2014)
Como
se puede observar en lo anteriormente investigado, la población toma a esta
nociva droga como algo normal. Según nuestro punto de vista esto no debe ser
así pues existen consecuencias muy graves acarreadas por este vicio. El aspecto
que más nos preocupa de este es el familiar, pues la persona alcohólica en la
familia produce mucha desestabilización. Existen dificultades para establecer rutinas y planificación
de la familia por la acción del alcohólico, no poder contar con él, ante
situaciones sociales, creando incertidumbre e inseguridad sobre cómo se
comportará en determinadas circunstancias. Principalmente este es el aspecto
que más nos intranquiliza, ya que la familia al ser el núcleo de la sociedad
contribuye al desarrollo de esta, y si la familia, tomada como el primer centro
de aprendizaje de una persona, falla; el sistema de desarrollo social, no sólo
de nuestro país, acabará completamente destruido.